Como siempre digo, buscamos información de un tema cuando nos importa, y nos suele importar mucho cuando ese problema nos produce algún malestar ¿verdad?. Quizás muchas de las personas que lean esta entrada nunca sufran después de sus comidas dolores abdominales, sensación de “hinchazón” o gases, o incluso diarreas frecuentes. Seguramente muchos pensamos que como no somos celíacos (creemos) será algo que hemos comido, una salsa chunga del kebab de la esquina o esa copa de más del sábado (tomada antes de las 12 de la noche claro).
Pero me juego lo que queráis a que otros muchos de vosotros habréis probado mil dietas o sustituido cientos de alimentos para poder comer con libertad sin sufrir esta pesadez de estómago, y estáis hartos de no poder comer lo que os apetezca por esto. Bien, pues sin querer hacer mucho spoiler, podréis sufrir mil cosas la verdad, pero quizás, y solo quizás, podáis estar padeciendo lo que se conoce como sensibilidad al gluten de origen no celíaco (o NCGS de ahora en adelante). Y en caso que al acabar de leer el post no sea vuestro caso pues ¿Qué más da?, solo se tarda 5 minutos en leerlo creo.
Como es un post de dietoterapia, es denso como lo fue el de la Fibromialgia y veganismo, así que pillar asiento.
Primero de todo ¿Qué son las alergias alimentarias?
Vamos a empezar por la base. Las “alergias alimentarias” se definen como un conjunto de reacciones adversas inmunológicas que engloban manifestaciones clínicas por la ingesta de un alimento o componente de la matriz alimentaria que constituye el alérgeno principal. Vamos que hay “algo” en el alimento que estamos comiendo que nos sienta como un tiro.
Este término engloba muchísimas patologías incluyendo la alergia alimentarias al trigo (de las más frecuentes, además). Todas ellas comparten la ingesta de trigo como elemento necesario, pero se diferencian en detalles muy diversos, como son la ruta de exposición de dicho alérgeno (ingerido en la comida, contacto con piel, etc…), mecanismos inmunitarios implicados tras la exposición, tiempo que se demora la respuesta inmunitaria y el tipo de proteína del trigo que caracteriza dicha respuesta.
Comúnmente las alergias alimentarias se clasifican en alérgicas (alergia alimentaria al trigo “clásica»), autoinmunes (enfermedad celíaca entre otros y mediada por inmunidad celular y no alérgicas-no-autoinmunes (sensibilidad al gluten de origen no celíaco con patogénesis no caracterizada y en discusión, se cree pueden intervenir elementos de la inmunidad celular y humoral, en medida variable).
En esta entrada me voy a centrar en la sensibilidad al gluten no celíaca ( abreviada como NCGS de ahora en adelante). ¡Vamos allá!
Sensibilidad al gluten no celíaca (NCGS), ¿será este mi caso? ¿Qué es esto?
Quizás hayamos oído alguna vez la palabra “sensibilidad al gluten”. Pues bien, el término sensibilidad al gluten no celíaco (NCGS) no es lo mismo. Básicamente se usaba el término “sensibilidad al gluten” como una excusa para meter todas las alergias alimentarias que no tenían caracterización, como cuando contestas siempre la opción en los exámenes tipo test. Así, la NCGS se define como la presencia de una o más manifestaciones inmunológicas, morfológicas o simplemente sintomáticas ocasionadas por la ingesta de gluten en personas en las que el diagnóstico de enfermedad celíaca es negativo, y por tanto ha sido excluido (1).
¿Ósea que puede sentarme mal el gluten sin ser celíaco? Por supuesto.
Putadón
Más concretamente, es un proceso sin componente alérgico ni autoinmune donde el consumo de gluten produce síntomas similares a los observados en la enfermedad celíaca y que desaparecen pautando una dieta libre de gluten (GFD), reapareciendo ante su ingesta(2). Por esto, su diagnóstico es diferencial, tras descartar una enfermedad celíaca (CD) usando pruebas diagnósticas negativas de CD (serología o biopsias), además del hecho que desaparecen sus síntomas cuando se introduce una dieta libre de gluten (GFD)(3). Otro problema es que sus síntomas se parecen a los de una IBS (síndrome del intestino irritable) por lo que es un problema bastante grande.
Entonces, ¿Cómo la identifico?
El evento principal en la NCGS requiere, en primer lugar, la exposición del epitelio intestinal a alimentos que contienen gluten (comer gluten básicamente), elemento que comparte con la enfermedad celíaca. Este primer requisito es fácil, ahora viene lo difícil. Poniéndonos un poco más técnicos, aunque en muchas de estas enfermedades nos podamos sentir hinchados, a nivel fisiológico su etiología es bastante diferente. Así, y a diferencia de la enfermedad celíaca, la NCGS no se ve afectada por el aumento de las citoquinas sino que existe evidencia de una sobreexpresión de los TLR (receptores toll-like tipo 2), característicos de la respuesta inmune innata. Por este motivo, la NCGS se establece como un síndrome clínico distinto de la CD y alergia al trigo, inducida por el gluten predominando la respuesta inmunitaria innata y no adaptativa (ambas partícipes en la CD)(4,5).
Una dieta libre de gluten elimina la sintomatología en cualquier celíaco o persona con NCGS. La cantidad de gluten en los alimentos es variable, por ejemplo en una harina de fuerza, alrededor del 80% de las proteínas sería gluten, para que os hagáis una idea.
¿Y qué síntomas debería notar?
El componente sintomático es algo subjetivo, y pueden incluir alteraciones extraintestinales e intraintestinales entre las que destacan náuseas, dolor abdominal, dispepsias, diarreas y náuseas, problemas de nitidez y claridad mental, hormigueo e insensibilidad en manos y pies y fatiga entre otros(6). Con frecuencia se diagnostica erróneamente como Síndrome del intestino Irritable (IBS) consecuencia del cuadro clínico similar.
Ojo al IBS, que se define como un dolor recurrente abdominal de al menos 3 días al mes en los últimos 3 meses asociado con dos o más de los siguientes síntomas; cambio en la frecuencia de las defecaciones, cambio en la forma (apariencia) de las defecaciones y/o distensión abdominal
¿Cómo lo soluciono? ¿Por dónde empiezo? ¿Abordaje nutricional? ¿Cómo empiezo una dieta libre de gluten o GFD?
Todos, absolutamente todos los síntomas se resuelven con una dieta libre de gluten (GFD), aunque existen publicaciones que comparan las mejoras que producen la instauración de una dieta low-FODMAP, reintroduciendo el gluten paulatinamente(7,8). Podéis saber más sobre este tipo de dieta aquí, pero básicamente esto es más útil en IBS. Volviendo al tema, seguro que hay infinidad de tutoriales en Youtube pero no seáis así, lo primero es que acudáis a un nutricionista especializado, pero voy a intentar explicar el tema rápidamente.
La dieta libre de gluten tiene que ser el estilo de vida adquirido por el paciente celíaco o con sintomatología de por vida, lo que supone excluir de la dieta todos los alimentos con gluten. Entre ellos destacan principalmente los cereales del trigo, centeno, cebada, espelta, kamut, avena (a menos que esté certificada sin gluten), y sus productos derivados (como harinas), entre otros. De manera general, retirar la ingesta de gluten en pacientes con CD o NCGS mejora todos los aspectos de la sintomatología y de la patología; desde mejoras en las alteraciones histológicas, ausencia de marcadores característicos de actividad inmunitaria en bioquímicas sanguíneas, manifestaciones extraintestinales (en NCGS) e intraintestinales (en CD) hasta prevención de posibles riesgos de complicaciones relacionados con la enfermedad celíaca (los pacientes con CD que ingieren gluten tienen de 2 a 4 veces más posibilidades de desarrollar complicaciones como LNH ( linfomas de no-Hodgkin), entre otros (9,10).
Más adelante intentaré escribir un post sobre la GFD exclusivamente, como empezar a gestionarlo y explicaré conceptos que han quedado en el tintero como que es la tolerancia individual al gluten que todos presentamos, cómo gestionar este menú en pacientes deportistas o entrar mñás en detalle sobre que suponer sufrir de IBS (síndrome del intestino irritable) que si no va a ser demasiada información de golpe.
Bibliografía
(1) Ludvigsson JF, Leffler DA, Bai JC, Biagi F, Fasano A, Green PHR, et al. The Oslo definitions for coeliac disease and related terms. 2013(June 2011):43-52.
(2)Samuel O Igbinedion Junaid Ansari Anush Vasikaran Felicity N Gavins Paul Jordan Moheb Boktor Jonathan S Alexander. Non-celiac gluten sensitivity: All wheat attack is not celiac. 世界胃肠病学杂志:英文版 2017;23(40):7201-7210.
(3)Nijeboer P, Bontkes HJ, Mulder CJJ, Bouma G. Non-celiac gluten sensitivity. Is it in the gluten or the grain? Journal of Gastrointestinal and Liver Diseases 2013;22(4):435-440
(4) Tonutti E, Bizzaro N. Diagnosis and classification of celiac disease and gluten sensitivity. Autoimmunity Reviews 2014 April 1,;13(4):472-476.
(5) Brottveit M, Beitnes AR, Tollefsen S, Bratlie JE, Jahnsen FL, Johansen F, et al. Mucosal cytokine response after short-term gluten challenge in celiac disease and non-celiac gluten sensitivity. Am J Gastroenterol 2013 May;108(5):842-850.
(6)Ford RPK. The gluten syndrome: a neurological disease. Med Hypotheses 2009 Sep;73(3):438-440.
(7)Elli L, Branchi F, Tomba C, Villalta D, Norsa L, Ferretti F, et al. Diagnosis of gluten related disorders: Celiac disease, wheat allergy and non-celiac gluten sensitivity. World J Gastroenterol 2015 Jun 21,;21(23):7110-7119.
(8)Biesiekierski JR, Peters SL, Newnham ED, Rosella O, Muir JG, Gibson PR. No effects of gluten in patients with self-reported non-celiac gluten sensitivity after dietary reduction of fermentable, poorly absorbed, short-chain carbohydrates. Gastroenterology 2013 Aug;145(2):32-3.
(9) Ciacci C, Cirillo M, Cavallaro R, Mazzacca G. Long-Term Follow-Up of Celiac Adults on Gluten-Free Diet: Prevalence and Correlates of Intestinal Damage. DIG 2002;66(3):178-185.
(10) Ludvigsson JF, Montgomery SM, Ekbom A, Brandt L, Granath F. Small-Intestinal Histopathology and Mortality Risk in Celiac Disease. JAMA 2009 /09/16;302(11):1171-1178.