Oído en la calle

Rabdomiólisis inducida por esfuerzo en Crossfit

Tiempo de lectura: 6 minutos, 49 segundos

Después de varios post densos sobre dietoterapia, hoy he decidido resumir en unos pocos párrafos un tema relacionado con el Crossfit y que si vosotros practicáis este tipo de entrenamiento también habréis oído; ¿supone practicar Crossfit tener más probabilidades de desarrollar lesiones, más concretamente, de sufrir rabdomiólisis?

 

 

Primero de todo voy a definir qué es el HIFT. El entrenamiento funcional de alta intensidad (HIFT) constituye en la actualidad una nueva modalidad de entrenamiento en auge, que combina el ejercicio de alta intensidad con movimientos funcionales. Dentro de este grupo, el Crossfit se está asentando como la modalidad más querida (o al menos más presente) en todo el mundo, quizás porque ofrece la posibilidad de realizar estos entrenamientos a un amplio espectro de público, englobando individuos de todas las edades, sexos e incluso condiciones patológicas, o por que simplemente es super divertido. Da igual la edad, el sexo o el estado previo del deportista, existen multitud de ejercicios adaptados que tienen como objetivo último mejorar la capacidad física de quién lo practica.

 

 

En muchas ocasiones, se “oye” o se asocia hacer Crossfit con sufrir una mayor probabilidad de sufrir lesiones. ¿Es esto cierto?. En la influencia del Crossfit en el desarrollo de lesiones a medio largo plazo (por estrés mecánico, malos movimientos o técnicas realizadas durante largos periodos de tiempo) no me voy  a meter, por que no soy fisioterapeuta, no es mi campo y básicamente no he leído nada (aunque parece ser que hay que tener cuidado).  Habría, además,  que especificar que tipo de lesión se analiza, ver su prevalencia en la población crossfitera y estudiarla. Como eso es bastante trabajoso (existen infinidad de posibles lesiones y repito, un fisioterapeuta sabrá infinitamente más que yo), he decidido centrarme en una patología que tradicionalmente se asocia a los que nos encanta el kipping y amamos los thrusters; la rabdomiólisis inducida por el esfuerzo en Crossfit.

 

 

Esta entrada es el resultado de una lectura profunda de varios «papers» de actualidad, pero obviamente el enfoque y las interpretaciones de los resultados que exponen y transmito aquí no van a ser concluyentes del todo, ya que no es mi disciplina, pero quizás si sea útil para dar «luz» mostrando ciertos números y datos que puedan servir como punto de partida para vuestras interpretaciones. Os pondré más abajo todas las referencias para quien las quiera chequear.

 

¡Vamos allá!

 

 

 

 

Primero de todo una breve definición, ¿Qué es la rabdomiólisis?

 

 

Hace unos años esta patología era la que principalmente se atribuía a la práctica de Crossfit. Básicamente se define como un síndrome clínico y bioquímico consecuencia de la lesión del músculo esquelético con tránsito de mioglobina al plasma sanguíneo y degradación  de fibra musculares con liberación a la circulación. Simplificándolo muchíismo es una “descomposición” del tejido muscular liberado al torrente circulatorio, siendo tóxico para los riñones y a menudo relacionado con daño renal o insuficiencia renal aguda(1). 

 

 

Resumiendo su etiología, puede tener causas diversas (principalmente causas genéticas que ocasionan  deficiencias enzimáticas del metabolismo de hidratos de carbono y lípidos, consumo excesivo de cocaína, toxinas o RAM a estatina)(2), pero nos vamos a centrar en su aparición por ejercicio excesivo, como podría ser, por ejemplo, tras un sobre entrenamiento de WODs en Crossfit.

 

 

Vamos directamente a lo que nos interesa; ¿Existe relación entre la rabdomiólisis y el Crossfit?

 

 

En primer lugar, es cierto que el entrenamiento funcional de alta intensidad (que incluye Crossfit) permite mejorar la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y la aptitud física en general si se realiza bajo ciertas pautas(3,4). No obstante, está presente la posible asociación entre la práctica de Crossfit con lesiones leves y graves, como puede ser la rabdomiólisis.  

 

 

En los ECR que he consultado, estos buscaban resumir y agrupar  la naturaleza de las principales lesiones relacionadas con el entrenamiento de CrossFit, y parece ser que concluyen este programa de entrenamiento no es más «extremo» o peligroso que otros, siempre que se realice y desarrolle correctamente(5-7). Este hecho es importante, por que no establecen que quieren decir con eso de «realizarlo correctamente», por lo que al final  muchos estudios quedan algo «cojos», por falta de definición de sus criterios metodológicos. En este sentido, muchos de ellos se centran en  la tasa de lesiones comunicada, la cual  suele  ser inferior a las formas más tradicionales de entrenamiento(8).

 

 

 

 

Otro de los inconvenientes que traen estos estudios  son la heterogeneidad en las muestras utilizadas para calcular el riesgo de lesiones entre las distintas modalidades y disciplinas. Esto limita su extrapolación a una población más amplia, además de aumentar los posibles errores asociados a estas estimaciones. Con esto quiero decir, que si el Crossfit mueve a más de 2 millones de personas y otra disciplina a comparar como puede ser el hockey sobre hielo en China mueve a menos de un millón, no sería del todo comparable ni válido, pero es lo que hay.

 

 

Con más de 13.000 afiliados en todo el mundo, el entrenamiento CrossFit es una de las modalidades de entrenamiento más grandes, con millones de participantes. Por lo tanto, y considerando la limitada evidencia, es interesante resumir los resultados y conclusiones de uno de los pocos estudios  que evaluó la incidencia de las lesiones entre los participantes de CrossFit durante un período de 4 años (9). Las conclusiones que planteó situaron la tasa de lesiones para los participantes menos comprometidos (<3 días/semana) en 0,74 lesiones por cada 1000 horas de entrenamiento en comparación con 0,27 lesiones por 1000 horas para los más comprometidos (>3 días/semana). Además, los que entrenaban CrossFit con menos frecuencia (<3 d/semana) y con menos experiencia (<1 año) reportaron más lesiones en comparación con los que estaban más comprometidos y eran más experimentados.

 

 

Ciertamente estas tasas de lesión resultan lógicas. Teniendo en cuenta la naturaleza «constantemente variada» del entrenamiento CrossFit, tiene sentido que los que tienen menos experiencia puedan ser más propensos a sufrir lesiones como resultado de problemas de fuerza y/o flexibilidad que pueden dificultar su capacidad para completar algunos de los ejercicios más básicos. Además, quienes se describieron como «menos experimentados» en este estudio no son necesariamente personas inexpertas en el ejercicio; puede ser que quienes tienen menos experiencia en el entrenamiento CrossFit, pero que son más atléticos, se presionan más y por lo tanto se ponen en mayor riesgo de lesiones.

 

 

En general, el entrenamiento CrossFit parece ser una modalidad de entrenamiento segura para la mayoría de los participantes. Siguiendo la línea de lo que he leído, concuerdo en que pueden existir 3 grupos principales que podrían tener un mayor riesgo de lesiones, entre los que se encuentran (1) aquellos que están dentro de su primer año de participación, (2) participan en esta modalidad de entrenamiento menos de 3 días por semana, y (3) participan en menos de 3 entrenamientos por semana. 

 

 

Queda por discutir si debiera ser la recomendada en un amateur, por la cantidad de  movimientos variados que ofrece, técnicas que combina y disciplina que podría requerir. Si es cierto que en crossfiters entrenados durante años existe bastante literatura que reportan lesionas varias por estrés mecánico, pero casi todos ellos son resultado de malas prácticas y técnicas mantenidas durante años, por lo que este tema quedaría en el tintero, no me mojo.

 

 

Conclusión

 

 

Nunca digas nunca en ciencia, y más cuando existe poca literatura bien caracterizada sobre un tema, pero en relación a la rabdomiólisis y la práctica del Crossfit, se pueden establecer ciertas medidas para minimizar el riesgo de sufrir esta y otras lesiones:

 

 

  • Como mi coach favorito me dice: “to start low and go slow”. Ir siempre de menos a más, tanto en duración de la sesión, número de repeticiones como en peso movido.
  • Incluir una mayor variedad de movimientos en el calentamiento, para desarrollar flexibilidad, fuerza y aprender la técnica de todos los movimientos.
  • Fijar un tiempo fijo de descanso entre repeticiones, que iremos incrementando gradualmente. Inicialmente 2 minutos podría ser óptimo.
  • Evitar el sobreentrenamiento y realizar un correcto aporte energético, mediante una dieta equilibrada de todos los grupos de macronutrientes.

 

Bibliografía

  1. Rhabdomyolysis: Practice Essentials, Background, Pathophysiology [Internet]. Emedicine.medscape.com. 2020 [cited 19 September 2020]. 
  2. Cervellin G, Comelli I, Lippi G. Rhabdomyolysis: historical background, clinical, diagnostic and therapeutic features. Clin Chem Lab Med. 2010 Jun. 48(6):749-56.
  3. Heinrich KM, Patel PM, O’Neal JL, Heinrich BS. High-intensity com- pared to moderate-intensity training for exercise initiation, enjoyment, adherence, and intentions: an intervention study. BMC Public Health. 2014;14(14):789-795.
  4. Hak PT, Hodzovic E, Hickey B. The nature and prevalence of injury during CrossFit training [published online November 22, 2013]. J Strength Cond Res. doi:10.1519/JSC.0000000000000318
  5. Heinrich KM, Spencer V, Fehl N, Poston WS. Mission essential fit- ness: comparison of functional circuit training to traditional Army physical training for active duty military. Mil Med. 2012;177(10): 1125-1130.
  6. Moran S, Booker H, Staines J, Williams S. Rates and risk factors of injury in CrossFit: a prospective cohort study. J Sports Med Phys Fitness. 2017;57(9):1147-1153
  7. Weisenthal BM, Beck CA, Maloney MD, DeHaven KE, Giordano BD. Injury rate and patterns among CrossFit athletes. Orthop J Sports Med. 2014;2(4):2325967114531177.
  8. Hootman JM, Macera CA, Ainsworth BE, Addy CL, Martin M, Blair SN. Epidemiology of musculoskeletal injuries among sedentary and phys- ically active adults. Med Sci Sports Exerc. 2002;34(5):838-844.
  9. Feito Y, Burrows EK, Tabb LP. A 4-Year Analysis of the Incidence of Injuries Among CrossFit-Trained Participants. Orthop J Sports Med. 2018;6(10):2325967118803100. Published 2018 Oct 24. doi:10.1177/2325967118803100

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